El Legado Inesperado de Gabriel Boric: El Regreso de Chile a la Política Moderada



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El presidente Gabriel Boric, quien en 2021 declaró audazmente que “si Chile fue la cuna del neoliberalismo, también será su tumba”, ahora enfrenta una realidad en la que sus ambiciones transformadoras han sido en gran medida frenadas. A medida que se acerca el final de su mandato, la presidencia de Boric ha cambiado de promesas radicales a un enfoque más centrista.


Antes una figura destacada en las protestas estudiantiles de Chile y crítico del neoliberalismo, Boric ahora refleja el lenguaje de la política tradicional de centro-izquierda. Apoya la expansión económica, la aplicación de políticas más estrictas contra el crimen y condena el régimen venezolano. Este cambio plantea preguntas: ¿ha alterado realmente Boric su ideología, o es esta una maniobra estratégica de un joven líder adaptándose a las realidades políticas?


A pesar de sus promesas iniciales de reformas en salud, educación, impuestos y pensiones, Boric ha fallado en gran medida en cumplir sus objetivos. Su administración no solo ha luchado con las secuelas de los intentos fallidos de reforma constitucional, sino que también ha guiado inadvertidamente a Chile de regreso hacia las políticas centristas que caracterizaban el paisaje político previo a Boric.


Claudio Alvarado, director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Sociedad en Santiago, comenta: “Si Boric se ha moderado, no es por un legado deliberado, sino por una resignación a las realidades políticas.”


Durante el mandato de Boric, ha habido una tensión persistente entre las facciones de izquierda que inicialmente lo apoyaron—el Frente Amplio y los comunistas—y los políticos de centro-izquierda que ahora dirigen la gobernanza práctica. Esta división es especialmente evidente en su enfoque hacia la seguridad, donde el aumento de la vigilancia y las penas más severas han contribuido a una reducción en las tasas de homicidio y los ataques incendiarios disfrazados de resistencia indígena.


Sin embargo, Boric enfrenta desafíos significativos más allá de la seguridad. El banco central de Chile ha proyectado una tasa de crecimiento económico a largo plazo de solo el 1,8% para 2025-2034, la más baja desde el retorno a la democracia. Problemas como retrasos en los permisos y una propuesta controvertida para usar fondos de energía renovable para subsidios eléctricos están socavando aún más el clima de inversión. Además, sectores críticos como el litio y el hidrógeno verde enfrentan obstáculos debido a la resistencia de los círculos progresistas.


En cuanto a las pensiones, la estrategia revisada de Boric incluye un posible aumento del 6% en los descuentos obligatorios de los salarios para fortalecer el sistema, pero los detalles clave sobre el papel del estado siguen sin resolverse. Gabriel Ugarte del Centro de Estudios Públicos sugiere que lograr un sistema de pensiones sostenible puede requerir un aumento impopular en la edad de jubilación y incentivos para el empleo formal.


La reforma educativa ha quedado estancada mientras Boric lucha con problemas significativos como las altas tasas de abandono escolar y la baja calidad. Su promesa de aliviar la deuda de 11 mil millones de dólares de los estudiantes universitarios se ha reducido a un modesto plan de refinanciamiento debido a los fracasos en la reforma fiscal.


El sistema de salud pública, aquejado por largos tiempos de espera y más de dos millones de pacientes esperando atención especializada, sigue enfrentando escrutinio en medio de problemas de gestión.


La administración de Boric también ha propuesto reformas al sistema político, como aumentar el umbral electoral para los escaños del congreso para mejorar la disciplina de los partidos y la gobernanza. La experta constitucional Natalia González enfatiza que estas medidas deben considerarse como un punto de partida para reformas más sustantivas.


A pesar de su enfoque moderado, Boric ocasionalmente se entrega a su pasado radical, haciendo declaraciones que resuenan con sus seguidores de base. Sus índices de aprobación han mejorado ligeramente, pero su trayectoria política general sigue siendo incierta. En un reciente funeral, Boric expresó arrepentimiento por las oportunidades perdidas para redefinir el enfoque de Chile hacia los problemas sociales.


A medida que se acerca la carrera presidencial de 2025, el campo se está perfilando para presentar moderados de ambos lados del espectro político. En el centro-derecha, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, lidera en las encuestas, mientras que figuras de centro-izquierda como la ministra del Interior, Carolina Tohá, y el gobernador de la Región Metropolitana de Santiago, Claudio Orrego, son candidatos prominentes.


Este posible giro hacia candidatos moderados podría restaurar la política estable y centrista de Chile y ofrecer un camino para reformas graduales, desviándose de la radicalización observada en otras partes de América Latina. Aunque esto puede no alinearse con el legado que Boric imaginó, su presidencia podría ser recordada por guiar a Chile de regreso a un enfoque político más equilibrado.

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